Por: Hilda Ruth Flores Muñoz Cuando no tenemos estabilidad emocional, atraemos a las personas por nuestras patologías. Algo duro, pero necesario de comprender. Más aún cuando se repiten patrones en las relaciones interpersonales. Sin embargo, nunca es tarde para darse cuenta, para rectificar y elegir cambiar los patrones. El primer paso: alejarse, decir adiós, no por falta de amor al otro, sino por priorizar el amor propio. Las palabras de Jean Monbourquette recogen el sentimiento que queda al amar, perder…y crecer: Cuanto más te dejo salir de mi vida, más te arranco de mí como una piel quemada. Cuanto más me dejo desvanecerse tu recuerdo, más conciencia tomo de que te abandono menos a ti que a mis sueños. Como el ingeniero que recoge sus planos, como el decorador que deshace sus decorados, he de renunciar poco a poco a mis sueños: estar contigo para siempre, trabajar en los mismos proyectos, vivir nuestra vida de pareja, envejecer
Amor y vida. El título está en alemán. Un idioma que muchos critican a priori por ser rígido, frío y muy estructurado, pero al aprenderlo se aprecia la armonía de su estructura y su intenso y a la vez sutil pronunciación. Una metáfora que concuerda conmigo.